Conociendo la Bella Bahía de Patanemo, en la Costa carabobeña venezolana, y su pueblo. Y conviviendo.
martes, 12 de octubre de 2010
Navegado en Patanemo: una explicación
Mi padre siempre soñó con una casa cerca del mar, en un pueblo pequeño. Lamentablemente, vivió en un apartamento rodeado del rugido de automóviles.
Ahora, yo vivo ese sueño luego de vivir toda la vida en ciudades, en esa extraña invención de vivienda aérea, especie de pajarera que en Venezuela se llaman apartamento pero, en cuanto uno vive allí, por un ejercicio de sanidad mental costumbrista pasa a llamarse "la casa".
Decir que "conozco Patanemo" es mucho decir. Lo visitaba desde hace 20 años, pero en la rutina del turista: playa, caña, comida, tambores. Eso es como decir que uno conoce una persona porque se la consiguió en un bar y cruzó unas cuantas palabras. Ahora sí que me toca conocer, aprender, con mi visión citadina, de habitante de apartamento. Y trataré de comunicar mis impresiones; por supuesto no será una "visión fidedigna", sino mi versión infiel de cómo yo interpreto Patanemo.
En Margarita, famosa isla de nuestro Mar Caribe, siempre llegan oleadas de esperanzados como yo, que sueñan una vida meor lejos de la gran ciudad, cerca del mar. De todos lados del planeta, llegan por unos días y se quedan para la vida. Y muchos, muchos, son venezolanos también, que "huyen" de todas las ciudades del país. Allá, los isleños locales les llaman "navegados". Me debatía en poner o no este nombre al blog, porque como todo buen "navegado", espero que llegue el tiempo en que deje de serlo, y sea un verdadero "local". Según mi experiencia con los navegados margariteños, tengo tiempo de sobra para escribir antes de cambiar el nombre al blog o comenzar uno nuevo, si la vida me alcanza, claro.
Patanemo ni queda en Margarita ni es una isla. Es un pueblo de la costa venezolana en el Estado Carabobo, a pocos kilómetros de Puerto Cabello, el principal del país. Sin embargo, veo el mismo fenómeno de gente que como yo busca algo que no se le ha perdido, pero que siempre se ha echado de menos.
Ahora, yo vivo ese sueño luego de vivir toda la vida en ciudades, en esa extraña invención de vivienda aérea, especie de pajarera que en Venezuela se llaman apartamento pero, en cuanto uno vive allí, por un ejercicio de sanidad mental costumbrista pasa a llamarse "la casa".
Decir que "conozco Patanemo" es mucho decir. Lo visitaba desde hace 20 años, pero en la rutina del turista: playa, caña, comida, tambores. Eso es como decir que uno conoce una persona porque se la consiguió en un bar y cruzó unas cuantas palabras. Ahora sí que me toca conocer, aprender, con mi visión citadina, de habitante de apartamento. Y trataré de comunicar mis impresiones; por supuesto no será una "visión fidedigna", sino mi versión infiel de cómo yo interpreto Patanemo.
En Margarita, famosa isla de nuestro Mar Caribe, siempre llegan oleadas de esperanzados como yo, que sueñan una vida meor lejos de la gran ciudad, cerca del mar. De todos lados del planeta, llegan por unos días y se quedan para la vida. Y muchos, muchos, son venezolanos también, que "huyen" de todas las ciudades del país. Allá, los isleños locales les llaman "navegados". Me debatía en poner o no este nombre al blog, porque como todo buen "navegado", espero que llegue el tiempo en que deje de serlo, y sea un verdadero "local". Según mi experiencia con los navegados margariteños, tengo tiempo de sobra para escribir antes de cambiar el nombre al blog o comenzar uno nuevo, si la vida me alcanza, claro.
Patanemo ni queda en Margarita ni es una isla. Es un pueblo de la costa venezolana en el Estado Carabobo, a pocos kilómetros de Puerto Cabello, el principal del país. Sin embargo, veo el mismo fenómeno de gente que como yo busca algo que no se le ha perdido, pero que siempre se ha echado de menos.
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